La vitamina E es una vitamina liposoluble que se encuentra en multitud de alimentos de origen vegetal donde ejerce su función antioxidante de manera natural. En nuestro organismo este efecto antioxidante se manifiesta en evitar la peroxidación lipídica, aumentando el número de linfocitos T y mejorando la síntesis de anticuerpos reforzando al sistema inmunológico. Por último, ayuda en gran medida a evitar el deterioro cognitivo producido por la edad.